El Banco Mundial ha publicado su informe Road Transport Services Reform, un documento que analiza los retos y oportunidades del transporte por carretera a nivel mundial y europeo. En él, la institución subraya que, sin un mantenimiento adecuado de los vehículos industriales, no hay transporte seguro, competitivo ni sostenible.

¿Qué dice el informe?

El informe recuerda que, dentro de las emisiones globales de transporte, los camiones y autobuses concentran una parte clave del problema, y es que, el Banco Mundial cita que el transporte mundial emitió 7,6 GtCO₂e en 2021 y que camiones y autobuses representaron el 23% de ese total. Además, mientras las emisiones globales de la UE bajaron un 30% entre 1990 y 2023, las de camiones y autobuses aumentaron un 30% en el mismo periodo. Además, el texto subraya que la formación continua de los conductores en eco-conducción y mantenimiento básico podría suponer ahorros medios de hasta el 15% en consumo de energía y, por tanto, -15% de CO₂ (cuando la energía no es neutra en carbono), además de reducir riesgos de accidente y costes de la flota. 

Asimismo, el informe ejemplifica cómo combinar subvenciones, préstamos concesionales e incentivos fiscales para acelerar la renovación y el mantenimiento de flotas. En España cita el programa MOVES III, reactivado con presupuesto acumulado de 1.735 millones de euros, y detalla topes de ayuda: hasta 7.000 € para turismos BEV/FCEV/PHEV (>90 km), 5.000 € para PHEV (30–90 km) y hasta 9.000 € para vehículos comerciales (BEV/FCEV/PHEV).

¿Por qué el mantenimiento es ‘economía real’ y qué pueden hacer las empresas?

El Banco Mundial encaja el mantenimiento preventivo dentro de un triángulo de impacto muy tangible para las empresas: coste y competitividad, seguridad vial y sostenibilidad. En costes, un vehículo bien mantenido y una conducción eficiente reducen averías, paradas no planificadas y consumo. En seguridad, mantener el estado técnico y cumplir inspecciones periódicas disminuye el riesgo de siniestros, sobre todo en vehículos de gran masa. En sostenibilidad, la mejora técnica y la renovación escalonada permiten recortar consumo y CO₂ desde hoy, mientras maduran las tecnologías de cero emisiones a gran escala. Con todo, la hoja de ruta de las empresas pasa por actualizar los planes de mantenimiento incorporando indicadores de consumo y alertas predictivas y por incentivar, más si cabe, la formación recurrente en eco-conducción y seguridad. A la vez, conviene aprovechar los incentivos combinando subvenciones (por ejemplo, el MOVES III) y ventajas fiscales. Todo ello, con la intención de integrarse en una planificación energética realista, coordinar disponibilidad, precios y demanda entre sectores para evitar cuellos de botella durante la transición.  

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